USO DE ANDADORES EN PEDIATRÍA
USO DE ANDADORES EN PEDIATRÍA
PORQUE DECIR NO AL ANDADOR.
- Retrasan la adquisición de una motricidad adecuada.
- Existe la falsa creencia de que los andadores infantiles facilitan que los niños aprendan a caminar, pero no es así, su uso afecta la adquisición de una motricidad adecuada, porque cuando deja de usarlo el niño tiene que desaprender lo que aprendió y aprender a caminar por sus propios medios .
- El andador no enseña a caminar. Aunque veamos que el niño se desplace y mueva sus piernas como si estuviera caminando, no está aprendiendo a sostener su cuerpo ni tampoco ejercita el equilibrio.
- Incrementa el riesgo de sufrir accidentes domésticos, del 12 al 50 por ciento de los accidentes en niños están relacionados con el uso de andadores.
- Los andadores son inestables y el niño se desplaza a una gran velocidad. Puede llegar a un metro por segundo, equivalente a 3,6 km/h. Además, le permite acceder a objetos que habitualmente no están a su alcance, como medicamentos o sustancias tóxicas, lo cual hace que el andador sea extremadamente peligroso.
- Entre las lesiones habituales figuran golpes en la cabeza (por vuelcos o caídas en escaleras), lastimaduras, fracturas, luxaciones dentarias, atrapamiento de dedos, hematomas, ahogamiento, envenenamiento por sustancias tóxicas y quemaduras.
- Si bien en la mayoría de los casos se tratan de lesiones leves, existen casos de accidentes graves con riesgo de vida o golpes con consecuencias importantes.
POR ESTOS MOTIVOS LOS PEDIATRAS DESACONSEJAMOS SU USO.