DÍA MUNDIAL DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS, 13 DE OCTUBRE.
Qué son los cuidados paliativos pediátricos?
Los cuidados paliativos pediátricos son una forma de atención especializada, ofrecida por múltiples profesionales, para aquellos niños y sus familias que afrontan enfermedades graves y crónicas que amenazan seriamente la vida.
Consisten en la asistencia activa y total del cuerpo, la mente y el espíritu del niño. Se centran en la prevención y el alivio de los síntomas, el dolor y el estrés, así como en el apoyo a los aspectos psicológicos, espirituales y sociales del paciente y su familia.
Los cuidados paliativos pediátricos garantizan el respeto a su dignidad y el derecho a su autonomía, mediante una atención continuada e individualizada. Los objetivos son poder satisfacer las necesidades físicas y emocionales del niño y mantener el «funcionamiento» familiar con la mayor normalidad posible, incluyendo servicios de apoyo a los hermanos y soporte (tiempos de descanso) a la familia.
¿Qué niños pueden beneficiarse de los cuidados paliativos pediátricos?
Todos aquellos niños con enfermedades graves que no han respondido a los tratamientos curativos y a quienes la propia enfermedad o los tratamientos les produce dolor, disconfort o sufrimiento. Por lo tanto, no sólo son aplicables a los niños con cáncer, sino también a aquellos con enfermedades degenerativas del sistema nervioso, alteraciones genéticas graves que impidan su normal crecimiento y desarrollo —haciendo que necesiten, por ejemplo, alimentación por sonda de forma permanente—, problemas graves del corazón o los pulmones que no puedan operarse y les hagan dependientes, por ejemplo, de una máquina para respirar, etc.
El proceso de la muerte requiere tanta atención y cuidados como cualquier otra fase de la enfermedad. En el caso de un paciente en situación terminal, el objetivo es ayudarle a aceptar, asumir y vivir el hecho de la muerte de la forma más humana y digna posible. Los cuidados paliativos ofrecen a la familia apoyo durante el duelo y seguimiento tras el fallecimiento del niño.
Fuente: AEP