Existen algunas conductas que nos indican que nuestro hijo está preparado para que le enseñemos a dejar los pañales.
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Moviliza el intestino casi siempre de forma regular, o sea generalmente a la misma hora del día.
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Ha dejado de hacer materias en las noches o el pañal amanece seco.
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Es capaz de aguantar hasta llegar a la pelela o el water, o dice que tiene ganas de ir al baño a movilizar.
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Puede sentarse con firmeza y seguridad en el water o pelela.
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Logra comprender cuando se le dan ciertas instrucciones.
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Lo recomendado es que sea entre los 18 y 24 meses, NUNCA ANTES DE LOS 18 MESES.
¡Ha llegado el momento de enseñar a nuestros hijos hábitos de evacuación adecuados!
Entrenamiento del niño en buenas prácticas de evacuación desde los primeros momentos.
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Acostumbrar a una rutina regular. Tener en cuenta el horario en que el niño suele evacuar, y empezar a enseñarle sentándole después de las principales comidas ya que el reflejo para movilizar es mayor luego de comer.
2. Establecer una rutina: regular horarios de comidas, sueño e higiene.
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Transmitir tranquilidad en los primeros contactos con la pelela o water, con los adaptadores adecuados para que el niño esté cómodo y seguro, consiguiendo que los pies estén apoyados ; de lo contrario puede tener miedo e intentará evitar el momento de sentarse, pudiendo provocar estreñimiento.
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El tiempo que el niño ha de permanecer sentado no debe superar los 10 minutos, ya que más tiempo no supone mejores resultados y por el contrario facilita que el lo rechace.
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Prestar atención y compañía en estos primeros momentos.
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La atención y reforzamiento por parte de los padres resulta indispensable, así el padre o la madre debe permanecer con el niño cuando está aprendiendo esta nueva tarea, felicitarle cuando tiene éxito y estar tranquilo cuando no es así, sin regañarle.
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Se puede llevar un calendario como medida para reforzar de forma positiva.
Compartimos con uds un libro para leer con sus hijos » TITO NO USA PAÑAL» de Editorial Latinbooks.